LA ESCALERA
SEGUNDO TRAMO
2º tramo y pilastras
La encrucijada en la escalera
En las dos pilastras que enmarcan el segundo tramo aparece un segundo signo unificador con las tres cabezas, humanas en la segunda pilastra (lado exterior) y animales en la tercera (lado interior):
Las tres cabezas humanas de la escalera
Las tres cabezas animales de la escalera
Son el símbolo de la Prudencia y del Tiempo. La imagen más aclaratoria es un cuadro de
Ticiano donde se combinan las tres cabezas humanas y las tres animales, y que el pintor tituló
Alegoría de la Prudencia.
Ticiano, Alegoría de la prudencia.
Estos elementos dividen la escalera en tres tramos, las tres etapas de la vida. Con el segundo tramo llegamos a la segunda etapa de la vida, la madurez, la edad de la elección y del compromiso. Representa una alegoría más compleja. La escena se divide claramente en dos, el bien arriba y a la derecha del relieve, el mal abajo y a la izquierda, y la alegoría se desarrolla en tres niveles.
Parte alta: la abeja y la araña
Detalle: abeja y araña libando flor
En el centro, liban en una flor, del lado bueno, una abeja, y del malo, una araña. El sentido quedó aclarado gracias a la inscripción latina que tiene el grabado original, de
Van Meckenem, descubierto por Cortés en 1949:
Grabado de Van Meckenem. Bibliothèque Nationale de Paris.
Damos la inscripción traducida: «De la hermosa flor, las nobles abejas sacan miel, de ella los frívolos gusanos sacan un poderoso veneno». En efecto, en la vida, que es la flor, somos nosotros los que, ejerciendo nuestro libre albedrío, debemos saber elegir; y, por nuestra prudencia y el dominio de nuestras pasiones, produciremos miel o veneno. Esta sentencia era tan conocida que se encuentra seis veces en
Guevara, e, incluso, está recogida en un refrán de la época: «Cuánto zuga el abeja, miel torna, cuánto el araña ponzoña». El grabador es el mismo Van Meckenem del siglo XV, autor de la
Danza morisca.
Parte central. Las dos parejas
Se ven dos parejas, en la de abajo, el mal, una mujer cabalga a un hombre: es la reproducción tan conocida del
Lay (o poemita) de Aristóteles, donde el sabio se dejó engatusar y cabalgar por una prostituta. La figura representa pues la prostitución; podemos ver este motivo en una misericordia de la catedral de Zamora:
Aristóteles y la prostituta, catedral de Zamora
En simetría, del lado bueno, un hombre cabalga a una mujer. Es la imagen contrapuesta, por consiguiente es el matrimonio harmonioso donde el hombre impone su autoridad según las leyes y costumbres de la época.
Nos encontramos pues ante el viejo apólogo de
Jenofonte (
Memorables), Hércules en la encrucijada, que comentamos ya en la fachada y al que el grabado alemán daba una ilustración muy plástica. Se trata de la elección entre la mujer buena y la prostituta, entre
Virtus y
Voluptas, elección que supo hacer muy bien Hércules o Carolus, como lo indicaba el grabado presentado en la fachada en
el apartado Hércules:.
Grabado de Hércules, Virtus y Voluptas.
El bien y el mal se enfrentan aun en la parte baja o lateral donde un arquero triunfante a la derecha ahuyenta al hombre de la maza, que, en cambio, triunfa a la izquierda: el arco es arma noble, la maza arma vulgar del rústico bruto:
Detalle arquero triunfante.
Detalle del hombre con maza.